Archivo del blog

Un día genial

El sábado pasado tenía como compromiso ir a la casa de un tío que no veía hace mucho tiempo. Tenía que despertarme temprano, alrededor de las 1 de la tarde, así que no pude seguir pegando la pestaña. Era un pique laargo, así que nos fuimos todos juntos en 3 autos desde la casa de mi abuela. Mi tío vive en Puente Alto, a la mierda casi llegando a la Cordillera, por lo que nos demoramos bastante en llegar, improvisando bastante en la extensa travesía que nos depositaría a destino.

Después de ir a buscar a los demás, partimos por 5 de Abril y Autopista Central, Vespucio Sur hasta Concha y Toro. Nos equivocamos y nos metimos a un taco, y anduvimos varios km más allá del lugar donde teníamos que doblar. Nos devolvimos y tomamos la Av. Diego Portales y llegamos a una villa cerrada como la mía pero con casas mucho mejores y no pareadas (estamos hablando del sector oriente...)

Pero antes mis padres pasaron a comprar algunas cervezas a un Líder y aproveché, con mis primos de sacar unos carros y avalanzarnos contra uno de esos paneles de construcción tan típicos que se ven en Santiago. Estaban haciendo un hoyo gigante al lado de una bomba de bencina. Nos lanzamos 4 veces y filmamos la quinta:


Luego de esa sentí unos gritos y arrojé lejos a mi primo que estaba sentado en el carro. Salí corriendo y lo dejé tirado. Nos escondimos; él detrás de unos autos y yo dentro de la camioneta de mi tío. Vi salir a uno de los trabajadores agitando los carros con furia: ¡Pendejos culiaos! Váyanse a weiar a otro lao, conshetumare! Nosotros seguíamos viendo el video muertos de la risa.

Llegamos. Nos saludamos, nos mostró la casa y a sus hijos. Tiene una PS3, una PS2, un computador, un LCD de 32'' y muchas otras comodidades. Quedamos locos. De inmediato nos pusimos a jugar la consola de Séptima Generación y su juego estrella: Grand Theft Auto IV. Rápidamente nos simpatizó Niko Bellic y sus estúpidas peripecias para convertirse en el Capo de Liberty City. Al final nuestras primas se adueñaron del videojuego y, de picados, les quitamos el Cable AV/TV.

El fútbol tampoco se deja de lado, así que comenzamos a jugar PES en el Play2. Más tarde, ya en la noche, salí con mi tío en el auto a comprar más alcohol a una botillería a la mierda del mundo. En el camino, molestamos a flaites, pokemones, bailamos reggaeton en el auto a pesar de que todos nos miraban con cara de "qué ridículos" y dimos una vuelta fastidiando al que se nos cruzara. Llegamos al expendio de licores, y seguimos molestando. Comenzamos el viaje de vuelta y seguimos molestando. Seguimos molestando y, después, seguimos molestando. Qué manera de molestar.

Ya, en la villa, jugamos un rato fútbol con la Europass de mi tío. Yo también tengo una desde agosto, pero aún no la inflo. Chuteamos un rato, hasta que llegó mi otro primo. Seguimos pateando, y rompí el espejo del auto de mi tío. Se puede ver el viaje espectacular que hizo el balón en el aire (foto), desafiando la física cuántica y replanteando la posibilidad de la real existencia del Big Bang al derrotar a la Teoría de la Relatividad. Lo recompuse rápidamente.

Seguimos con nuestra pasión: El balón. Hice sonar la alarma de otro auto (foto) hasta que saliera una vieja a reclamar, y tiramos la pelota dentro de otra casa. Tuvimos que dar una vuelta a la manzana, y despertar a la dueña que la entregó gentilmente. Volvimos y le pegué a otro auto. Los dueños del vehículo no se lo tomaron a mal y empezamos a tirar tallas con los saco pelotas wena onda. Después de tanto chute, nos aburrimos y nos dirigimos donde mi tío.

Entramos a casa y empezamos con la gran actividad de la noche: el Karaoke. Casi todos cantamos; mi primo, aunque le ofrecieron lucas, no lo hizo el muy vergüenza. Entoné Caraluna de Bacilos y Cuando pase el temblor de Soda Stereo, interpretaciones por las que fui ovacionado ya que las domino y en la segunda imité muy bien a Cerati. Le cedí el turno a los demás y mi tío ofició de animador. Lo hace muy bien.

Aproveché y tomé algunas fotos con la cagada de cámara del celular. La vista desde el cerro al valle de Santiago es increíble. Pero la definición es mala y estaba erróneamente configurada.

Muchas otras cosas pasaron antes que la noche se presentara y tuviésemos que partir. Tomamos otro camino más expreso luego de la experiencia previa.

Mi tío es genial y espectacularmente buena onda.

No hay comentarios: